Calle de Vega

Calle de Vega

Calle de Vega

         La Calle de Vega va desde la plaza hasta el Arco de la Cárcel.
          Quizás sea una de las calles más emblemáticas de Villadiego. Incluso yo nací en ella. Empezando por el arco, a mano izquierda, hubo hace mucho tiempo una carnicería, Carnicería Morcilla. Yo no la conocí. Más adelante, en los soportalillos, estaba la tienda de los Triperos. Era un ultramarinos especializado en tripas para embutir (chorizos, morcillas, etc.), de ahí el nombre. Y, en la misma acera, ya cerca de la plaza, estaba la tienda de telas de Alipio. Una enorme tienda (al menos a mí así me lo parecía) donde se vendían todo tipo de telas y productos de mercería. Ahora es el café bar Petaco.
          En la acera de enfrente, en lo que hoy es uno de los espacios del museo, estuvo en un tiempo el ambulatorio (muy poco tiempo, mientras se hacía el actual). Más adelante, el taller del guarnicionero y  el del relojero. Este último  era  pequeñísimo sitio donde había todo tipo de relojes y donde los arreglaba. Cuánto tiempo hemos pasado allí, cuando bajábamos de las escuelas.  Más adelante estaba la panadería de los “Chirolas”. Cuando era pequeña mi madre, que no podía atenderme porque tenía que estar en la fonda, me llevaba allí a pasar el día, al cuidado de la señora Clotilde. No habrá habido una niña más embadurnada en harina que yo.
          Después, en los soportales, estaba el taller del sastre Germán. Se le veía desde la acera a través de un enorme ventanal, inclinado durante todo el día sobre las labores de costura. Y después, la fonda de La Chivirita compuesta por un bar y un comedor a la izquierda. Hoy aún se puede ver el rótulo de pintura con el nombre. Y, para finalizar, lo que es el bar Don Diego, que fue primero un salón de estética, después un taller de reparación de televisores  y, por último, el bar.