Biografía de Ángel Pardo

Ángel Pardo por Joan Ramón Mestre Domenech
Ángel Pardo
Autorretrato

 Muchos conocimos y nos enamoramos de la historieta con los cuadernos de El Capitán Trueno,  (….). Otros, mayores que nosotros, recuerdan aún las magníficas páginas de aventuras medievales, la mayoría publicadas en buena parte de los primeros doscientos números de la renovada revista Pulgarcito, al final de la década de los 40. Los más jóvenes disfrutaron con algunos de los relatos de Joyas Literarias Juveniles, como Los misterios de la jungla negra o Las minas del Rey Salomón, entre otras, con un estilo muy al habitual de otros dibujantes.
     El denominador común a todo ello es un nombre con mayúsculas: Ángel Pardo, uno de los historietistas españoles que dejó huella entre los aficionados y que, hasta ahora, creemos que no ha recibido el trato que se merece.
Ángel Pardo unos de los historietistas y dibujantes más destacados del siglo XX nació en el nº 2 de la calle Alfonso XII de Santoña el 29 de febrero de 1924.
     Sus padres, Claudiano y Consuelo, naturales de Olmos de la Picaza y Villadiego (Burgos) se encontraban en Santoña, donde el padre desempeñaba su profesión como suboficial de artillería en el cuartel del Pasaje. Posteriormente, vivió en Madrid, Valladolid y Barcelona pasando los últimos años de su vida en el pueblo natal de su madre, Villadiego, en la provincia de Burgos.

     Sus inicios profesionales tuvieron lugar en Madrid, donde realizó su servicio militar y publicó algunas páginas humorísticas en Leyendas y Jaimito.
     
Su primer personaje, todavía en estilo humorístico, es DIN Detective, publicado entre los números que van del 130 al 135 de las Leyendas infantiles, de Editorial Hispano Americana… Era el año 1944.

     En julio de 1945, con el nº 343 de Flechas y Pelayos, inicia una serie de 10 capítulos titulada Bubak, el rey de la flora, una curiosa historia fantástica en la que ya empieza a vislumbrarse el que sería su estilo propio.
     Entre las muchas páginas humorísticas publicadas en esta revista entre 1944 y 1946, destacan historias como La gruta misteriosa, con guión de Josefina de la Cuetará , o sus primeras historias de estilo serio como Cercados por los hielos, con guión de Alberto Pastor, Rudivel el Sagaz Orellana ( el descubridor del  Amazonas) o Tilfing, la espada envenenada.
     También por esta época publica en la revista Zas el que sería uno de sus primeros trabajos con dibujo serio: se trataba de EL hombre de los Bosques, que vio la luz entre el nº 5 y 10 de esta publicación. Otro trabajo de esta época es Complot a bordo.

     Posteriormente, contacta por primera vez con la entonces primera editorial de este ámbito, Bruguera donde, en principio, le publican una serie de cuentos con guión propio en los primeros números de Pulgarcito; entre ellos, El hada de encaje rosa, en el nº 8 de dicha publicación. También ilustra la mayoría de cuentos de la colección Blancanieves.

     Su primer personaje fue EL caballero de las tres cruces, que aparece en la historia del mismo nombre con guión de P. Quesada. Está ambientado en las cruzadas y  el personaje aparecerá en  muchísimas otras historias, entre ellas las de EL Capitán Trueno. Esta serie de El caballero de las tres cruces alcanza los 17 números, lo que por aquella época no estaba nada mal.

Los primeros 8 números se lanzan con 16 páginas a dos columnas más portada y los restantes con diez páginas a tres columnas. Al final del nº 17 se indica que es el final de la primera parte y se anuncia una segunda que jamás verá la luz.
     También ilustrará las portadas de los 8 ejemplares de cuadernillos de El justiciero Fantasma, cuyas páginas interiores están ilustradas por Luis Gago.
     En 1948 participa, junto a otros dibujantes mucho más veteranos que él, en la Exposición de Ilustraciones de EL Quijote, en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, destinadas a conmemorar el IV Centenario del nacimiento de Cervantes. En esta exposición se dijo de él que era un “dibujante joven, preparado en el dibujo, con la confección de varias decenas de cuadernos de aventuras y  que comienza su actividad editorial con encendido entusiasmo”.
     A partir de aquí,  empezarán  los que serán, para muchos, sus mejores trabajos o, al menos, los más personales. Se trata de ocho historias (siete publicadas en Pulgarcito y otra en la efímera revista El Campeón), además de 4 historias cortas para almanaques.
     Para  El Campeón realiza Raúl de Montrose, una historia ambientada en la época medieval con toques de misterio. Se trata de un héroe francés de las cruzadas, de sangre noble. Esta historieta durará 17 episodios. Cada episodio tenía una página, excepto uno de ellos que ocupó tres. En el almanaque de Pulgarcito de 1949 aparece una historia corta del mismo personaje, en tres páginas, titulada La espada del Cruzado. Quizá se publicó en Pulgarcito al quedar fuera del almanaque EL Campeón, ya que la revista fue cancelada ese mismo año.

     Para Pulgarcito dibujó siete historias, a razón de una página por número. En ellas se tratan temas históricos, heroicos y románticos. Están contextualizadas en los  momentos de la historia de la Humanidad más recordados. El primero se tituló Fe y heroísmo y está ambientado en la Roma de Nerón; el segundo Sangre en Bizancio (quizás la más recordada), que nos sitúa de nuevo en las Cruzadas; luego llegó Luis de Almanzor (ubicada en la conquista del Nuevo Mundo); Cruz de fuego, de nuevo en Tierra Santa; La rosa de la muerte se sitúa en las campañas bélicas del Gran Capitán. El terror del mar y La reina del Caribe cierran este ciclo con dos historias de piratas y corsarios.

     Durante 1950 aparecen ilustraciones suyas acompañando algún texto en la revista infantil Estrellita.
     También en el almanaque de Pulgarcito podemos encontrar El diablo errante en 1951, Cita en Navidad en el 52 y La aventura de Nelly más tarde, en  1954.
     En 1952 se publica la colección de novelas de la serie Iris. Todas ellas contienen ilustraciones de Ángel Pardo, así como muchas otras de otras colecciones como Bruguera, Búfalo o Bisonte.
     A esta época  corresponden las ilustraciones de  los cuadernos para niñas Rosita y Caperucita: dibujados por los autores de la casa como Escobar o Nadal, él llega a ilustrar, con portada incluida al menos 10 números de la colección Rosita y media docena de Caperucita

      Un año más tarde encontramos a sus personajes galopando por la praderas del Far West a través de historietas publicadas en las últimas páginas de las novelas de Búfalo o Bisonte Extra, la mayoría autoconclusivas, exceptuando la titulada El capitán O´dare publicada a razón de tres páginas por número entre el 21 y 37 de Bisonte Extra. Esta historia fue publicada posteriormente en el cuaderno Bisonte Gráfico completamente censurada y recortada, quedando completamente incomprensible. De igual manera puede verse la mano de la censura en otras historietas que publicadas como La sombra del sheriff, Tres compañeros o Petróleo Maldito.
     Durante estos años publica para Inglaterra, en combinación con otros autores, diversas aventuras de Robin Hood. Algunas de ellas han podido verse aquí, en algunas colecciones dedicadas a este personaje, editadas por Ferma.
      A mediados de los años 50 realiza varias colecciones de cromos para la editorial Bruguera. Algunas,  publicadas en la contraportada de los suplementos de Pulgarcito como Quintín el intrépido El milagro de Fátima constan de  110 cromos cada una. Otras, como Historia Sagrada o Vida de Jesucristo con 250 y 256 cromos respectivamente. Precisamente Vida de Jesucristo es el tomo de la colección Historias, cuyos dibujos también son de Pardo. En esta colección ilustra, al menos en tres de ellas, la primera página en la que, junto al título y autor, hay una serie de dibujos vinculados a la obra.

Cromo de Quintín el intrépido

     Entre 1957 y 1958 le encontramos en las revistas de SISSI y Cuadernos de Novelas Gráficas de Sissi.  Concretamente son 7 las novelas ilustradas por él: tienen entre 6 y 8 páginas y son de diverso contenido.
     Y llega, finalmente, el momento en que le ofrecen continuar las aventuras de El Capitán Trueno. El autor de las ilustraciones de la serie, Ambrós,  había pedido un aumento de sueldo lo que le había acarreado una serie de problemas con la editorial. Al no concedérselo, decide dejar la serie cuando esta está en su máximo auge. Bruguera busca sustituto y, después de barajar varios nombre, entre ellos el de Beaumont (que ya había dibujado algún cuaderno y pasado a tinta muchas páginas de Ambrós) , se deciden por Ángel Pardo. El primer ejemplar ilustrado por Pardo es el 169, publicado el 28 de diciembre de 1959. La transición apenas se nota: Pardo asimila bien la continuación, imitando a Ambrós en sus primeros números (los que van del 173 al 175).
     A partir de ahí, Pardo va haciéndose con el personaje, dibuja miles de páginas del cuadernillo y las cinco primeras portadas de la revista El Capitán Trueno Extra. Poco a poco va cambiando de estilo, deja la influencia de Ambrós y sus personajes rejuvenecen. Su colaboración con estos personajes durará 9 años  en los que, por cuestión de censura,  van siendo cada vez menos violentos y adquieren un tono más burlesco. Su colaboración con EL Capitán Trueno finaliza con el último número de la colección, el 618, publicado en 1968.

     Terminada esta larga etapa, le encargan desde Bruguera ilustrar libros de la colección Historias Selección y Joyas Literarias Juveniles. Sus primeros trabajos de esta etapa serán la adaptación al cómic de Los últimos días de Pompeya, publicada inicialmente por capítulos en la revista DDT y editada posteriormente en la colección Joyas Literarias, en su número 25. También dibujó las ilustraciones de EL príncipe de Donegal, en la colección Historias Selección, serie Grandes aventuras nº 13.
     Para esta misma colección hará las adaptaciones de  novelas de Emilio Salgari: Sandokan, La mujer pirata, Los estranguladores, Los dos rivales, Los tigres de Malasia y El Rey del mar. Todas ellas tienen como protagonista a Sandokan. También ilustrará otros títulos de Salgari como EL buque maldito, Los dramas de la esclavitud, El tesoro de los Incas, La capitana del Yucatán, La ciudad del rey leproso y Los pescadores de ballenas

     Para la colección Joyas Literarias Juveniles, sus obras más personales y magníficas, ilustrará: Las nuevas aventuras de Robin de los Bosques, Los piratas de Halifaxt, Los misterios de la jungla negra, Las minas del Rey Salomón, Héctor Serdavac, El continente misterioso, EN las montañas de África, Familia sin nombre, La jirafa blanca y La heroína de Puerto Arturo. Esta última está publicada en 1980, en un      Mortadelo Especial y en las Joyas en nº 236, en enero de 1981.
     Su carrera profesional finaliza entre 1982 y 1982, con tres historias de muy distinto tema: EL pequeño rey de los Kobola, con guion de  A. Vera, publicada en el extra de primavera de DDT en 1980; Mi amigo el terrícola, magnífico trabajo de ciencia ficción en ocho páginas, publicado en Súper DDT, en el nº 104 en el año 1982 y su último trabajo para Bruguera, Un poli viejo y cansado, de ocho página en Súper DDT.
     En 1995,  el Consejo Superior de Deportes edita un catálogo titulado El deporte en el cómic, en el que encontramos alguna ilustración suya.

     A partir de este año se instala en Villadiego, pueblo natal de su madre, donde convive con ella hasta que esta muere. La muerte de su madre le hace caer en una depresión. Durante este tiempo, dibuja las portadas de los programas de fiestas de Villadiego durante años y hace dibujos y bocetos que jamás verán la luz.
     
     

     La depresión le acompañará hasta su muerte, en marzo de 1995. Las calles y plazas de Villadiego le acompañarán durante estos años. Los habitantes más mayores  de esta población burgalesa todavía recuerdan verlo pasear por sus calles y realizar algún que otro dibujo.

     Damos las gracias a Joan por su espléndida biografía y su generosidad al compartirla con nosotros.