BERNARDO VELASCO HUIDOBRO Y LA INDEPENDENCIA DE PARAGUAY Por H. Salazar Celis.
Villadiego 1765 – Asunción 1822
Este año 2011, los países hispanoamericanos celebran, con toda solemnidad y con los más diversos actos, el bicentenario de su independencia de España. Paraguay lo hace teniendo presente al último gobernador español, Bernardo Velasco Huidobro
Bernardo Luis Velasco y Huidobro nació en Villadiego el 20 de agosto de 1765 y fue bautizado el veinticinco de ese mes en la Iglesia de San Lorenzo Intramuros por un pariente de su madre, el sacerdote Don Pedro de Mier y Terán. Nace en el seno de una de las familias nobles asentada en la villa desde hacía mucho tiempo.
Unía en sí dos apellidos de vieja raigambre: los Velasco, señores de Villadiego desde 1414, y los Huidobro, que ostentaron importantes cargos en la villa y uno de cuyos hijos más ilustre fue Fray Enrique Flórez de Setién y Huidobro. Bernardo Luis fue el segundo hijo de don Miguel Gervasio de Velasco Fernández de Humada y doña Josefa Gabriela de Huidobro y Mier. El padre de Bernardo, don Miguel Gervasio, ejerció como regidor del ayuntamiento en representación de los Hijosdalgos en 1741, y como alcalde en 1743. En 1747, ejerció como Procurador General del Estado Noble de la villa.
Bernardo ingresó en el ejército con veinticinco años. Previamente, según la historiadora María Graciela Monte de López Moreira, estudió Matemáticas en la Academia de Barcelona. 2
Enrolado joven en el ejército español, participó en las campañas contra los revolucionarios franceses, destacándose en la guerra del Rosellón en 1793.
La Monarquía Española decidió crear un Gobierno que reuniera los pueblos de Misiones Guaraníes que hasta entonces dependían del gobierno del Paraguay y Buenos Aires. El rey Carlos IV dice:
“(…) he creído muy conveniente la reunión de dichos pueblos bajo de un solo Gobierno que comprenda todas las Misiones de ellos, y lo están las de Mairia, Mojos y Chiquitos, á cuyo fin he venido en conferir el Gobierno militar y político que he tenido á bien crear por mi Real Decreto de veinte y ocho de Marzo de este año al Teniente Coronel D. Bernardo de Velasco, para que tenga el mando de los treinta pueblos Guaranis y Tapes con tal independencia de los gobiernos del Paraguay y Buenos Aires, bajo los cuales se hallan divididos en el día por ser tan importante la creación de un Gobierno en aquel paraje (…)”
El cargo de gobernador intendente le fue ofrecido a varios oficiales, entre ellos al entonces Teniente Coronel del Regimiento de Vitoria, Bernardo de Velasco, que aceptó el cargo.
El Inspector General del Ejército escribió sobre él “… ha tenido siempre crédito de mayor instrucción que los dos anteriores […] Sus servicios de 36 años son ciertos y ha contraído un merito distinguido de Guerra en ellos…”3.
Desde Málaga, el 9 de marzo de 1803, Velasco manifestó a don Francisco Javier Negrete, cuando aceptó el cargo “…que carezco de conocimientos para poder manejar los negocios políticos con el tino que se requiere mas si el Rey, no obstante esto, tiene a bien, por la mediación de V.E. conferirme dicho Gobierno, accederé sin el menor desagrado á su real voluntad…”
En 1803 llegó a Sudamérica con el grado de coronel y con el cargo de gobernador de las Misiones guaraníes.
Las Misiones era un territorio situado entre Paraguay, Argentina y Brasil que debe su nombre a la labor misionera que realizaron los jesuitas en esta zona. En el siglo XVII la Compañía de Jesús llegó a estas tierras e inició su actividad misionera con un sistema nuevo conocido como “las reducciones”. A través de ellas crearon comunidades indígenas aisladas en la selva. En pocos años llegaron a crear 30 pueblos, en donde los guaraníes comenzaron a practicar la agricultura, con lo que dejaron de ser cazadores y se hicieron sedentarios.
Los jesuitas, dentro de su organización religiosa, ya habían creado la llamada «Provincia de las Misiones». Una vez expulsados los jesuitas de los territorios de la corona española, por la Real Orden del 14 de octubre de 1726, ratificada el de 28 de diciembre de 1743, los treinta pueblos de Misiones quedaron subordinados al gobernador de Buenos Aires, fijándose el río Tebicuary como límite con la Gobernación del Paraguay.
Entre los años 1754 y 1756, debido a la cesión de los siete pueblos de las Misiones Orientales a Portugal y la obligación de trasladarse el resto al occidente del río Uruguay tuvo lugar la Guerra Guaranítica, que enfrentó a los guaraníes misioneros con España y Portugal.
El 12 de septiembre de 1805, el rey Carlos IV ordenó que, transitoriamente, se unificara el mando de los gobiernos de Misiones y del Paraguay en la persona de Bernardo de Velasco con sede en Asunción. El 5 de mayo de 1806, el Cabildo de Asunción recibió con todos los honores al teniente coronel Bernardo Velasco Huidobro. El nombramiento real dice:
(…) que el Coronel Don Bernardo de Velasco, gobernador de estas Misiones, y sugeto que posee ventajosamente la honradez y talento que se necesitan, reúna en sí, por ahora, los dos
Gobiernos del Paraguay y Misiones, pues de este modo se pondrá en planta bien y uniformemente el nuevo sistema relativo á las defensas de dichas provincias, y se verá cumplida la voluntad de V. M. de dar libertad á los infelices indios repartidos en ellas”.
Desde entonces, Bernardo reunía en su persona los dos gobiernos: el del Paraguay y Misiones. Todo este territorio era una intendencia o provincia dentro del virreinato de Buenos Aires.
Gobernó hasta comienzos de 1807, año en que fue llamado por el Virrey para ayudar a la organización del ejército a fin de resistir las invasiones inglesas. Al año siguiente, al llegar la noticia de la invasión de Montevideo y de la certeza del ataque de los británicos a la capital, dirigió sus fuerzas hasta Buenos Aires. Allí, como Mayor General al mando de la tercera división, destacó entre los más aguerridos jefes militares de la defensa de la ciudad. Con fama de valiente y ascendido al grado de general, regresó a ocupar su puesto de gobernador del Paraguay y las Misiones.
Los acontecimientos ocurridos en España en 1808, con el rey y toda la familia real en Francia, prisioneros de Napoleón, y España levantada contra la invasión francesa, provocaron gran conmoción en Hispanoamérica. Los dramáticos hechos de la Península desencadenaron una serie de acontecimientos que concluyeron con la independencia de los territorios americanos y, entre estos, Paraguay. En 1810, al estallar en Buenos Aires la Revolución de Mayo, la Junta creada solicitó a Bernardo su adhesión al movimiento revolucionario, el reconocimiento de la autoridad y el envío de los correspondientes diputados. Bernardo se negó a reconocer la autoridad de esta Primera Junta. El 24 de julio de 1810 convocó una junta de vecinos integrada por la asamblea general del clero, oficiales del ejército, magistrados civiles, corporaciones y propietarios ricos. En esta junta se acordó reconocer al rey Fernando VII y, en su ausencia, al Consejo Supremo de Regencia y no a la autoridad de la Junta bonaerense. 4
Vista la insumisión de Velasco, Buenos Aires manda a Belgrano, miembro de la Primera Junta creada tras la Revolución de Mayo, con un pequeño ejército para que someta a esta provincia rebelde. Consiguen derrotarlo con facilidad en el combate de Campichuelo, único intento serio que hizo Velasco para evitar que los invasores cruzaran el río Paraná. En las semanas siguientes, Belgrano avanzó hasta cerca de Asunción, mientras la escasa población y las guarniciones de milicias se retiraban ante su avance. Velasco había decidido esperar a Belgrano en el centro de la zona densamente poblada de Paraguay, detrás del río Tebicuary.
Tras unos días en que ambos enemigos se miraron a través del río, Belgrano atacó de noche y por sorpresa con sus escasas fuerzas. La infantería paraguaya se retiró, y el gobernador huyó en dirección a las montañas. Pero la diferencia numérica era demasiado grande como para que esto decidiera la batalla; la Batalla de Paraguari fue ganada por los hombres de Velasco y Belgrano se vio obligado a retroceder.
La enemistad de Paraguay con el virreinato de Buenos Aires se había ido profundizando dado el dominio, principalmente económico, que la capital les imponía.
Como gobernador, Velasco se ocupó de la prosperidad de la Provincia con el incremento de la exportación de la yerba mate, el tabaco y otros productos. En lo cultural creó la primera universidad del Parguay en el Colegio Seminario de la Asunción. Esta fue posteriormente malograda por Buenos Aires.
En parte, la invasión y las proclamas de Belgrano encendieron las ansias independentistas de los paraguayos. En los meses de marzo y abril de 1811, Velasco reprimió algunos conatos de levantamiento en Asunción. El 14 de mayo de ese mismo año de 1811, una asonada militar dirigida por el capitán Fulgencio Yegros obligó a Velasco a aceptar la formación de una Junta de Gobierno.
Al día siguiente de los hechos del 14 de mayo de 1811, un Gobierno Provisional integrado por el gobernador español Bernardo de Velasco Huidobro y los paraguayos Juan Valeriano Cevallos y José Gaspar Rodríguez de Francia asumió el gobierno del país. Este triunvirato estuvo en el poder hasta el 17 de junio de 1811.
El golpe revolucionario del 14 de mayo de 1811, sorprendió a Bernardo en un proyecto de asegurar el poder español con tropas portuguesas. Este hecho, una vez conocido por los paraguayos, precipito los acontecimientos preparados por los insurrectos.
Los anteriores enfrentamientos con Buenos Aires y el odio hacia los portugueses favorecieron el que naciera, entre los nativos y criollos, la idea de un gobierno autónomo para los paraguayos.
El 9 de junio de 1811, Bernardo fue detenido y apresado. En una carta a la Junta de Buenos Aires, fechada el 12 de febrero de 1812, la Junta del Paraguay manifiesta:
“No tanto por temor de que Don Bernardo de Velasco sea capaz de maquinar cosa alguna contra nuestro sistema […] cuanto por sepultar las remotas esperanzas de sus allegados y desembarazarnos de su persona, cuya existencia en el Cuartel es gravosa hemos determinado en remitirlo hasta Santa Fe para que desde allí se sirva destinarlo a un lugar…” 5.
Menciona que la remisión se realizará en un bote con su equipaje y un esclavo que poseía. Según algunas investigaciones, se sabe que Velasco se quedó a vivir en el Paraguay e incluso que seguía con vida en 1822.
H. Pablo Salazar Celis.