VILLADIEGO. De una villa de señorio al señorio de una villa. Heliodoro Pablo Salazar Celis
Edita Adeco- Camino
Colabora la Unión Europea, Diputación Provincial de Burgos y Ayuntamiento de Villadiego.
Tras una hermosa portada (la Plaza Mayor de Villadiego) se esconde un libro amplio que desmenuza la historia de Villadiego desde sus orígenes geológicos, hasta su pasado más reciente.
El libro está dividido en épocas que van desde la Prehistoria hasta la Época Contemporánea. Pasa pues por el Edad de Hierro y los pueblos que tomaron la zona, la Época Romana y las villas de la zona, la Edad Media y Moderna, que se centra en aspectos administrativos, la organización eclesiástica y los judíos, para acaba en la Época Contemporánea.
Es en esta parte del libro en la que el auténtico protagonista es el pueblo de Villadiego, esa parte de la “intrahistoria”, como decía Unamuno, de la que no se escribe en los libros de Historia pero que es la que hace que el pueblo viva y siga adelante. En ella se habla de los hijos ilustres, las ferias, obras públicas, instituciones y un largo etcétera que refleja el carácter firme, honesto y austero de un pueblo que lucha por sobrevivir a las adversidades y que, equivocándose o no, ve pasar los siglos, años, meses, días, en una constante lucha por crecer y mantenerse.
He aquí un fragmento de este extraordinario libro:
EL LICEO PADRE FLÓREZ
Acabada la Guerra Civil, entre las de obras y actuaciones que se comienzan en Villadiego está la preocupación, siempre vigente, por el tema educativo. Con el grupo de escuelas mixtas en construcción para atender a la educación primaria, faltaba complementar la dotación educativa de la villa y su comarca con una oferta de estudios de enseñanzas medias.
Los primeros intentos son oficiales, el Ayuntamiento se dirige al gobernador Alejandro Rodríguez de Valcárcel “solicitando su asesoramineto y ayuda para dotar a la villa de un instituto de Enseñanzas Medias y Profesional en la modalidad de Agricultura y Ganadería” La respuesta frustra todas las esperanzas ya que, según manifiesta el gobernador, de acuerdo con la legislación vigente, se precisa un partido o comarca con una población mínima de 30.000 habitantes y la comarca de Villadiego, según el censo de 1940, solo llega a 18.000. Aún contando las localidades de Melgar de Fernamental y Sasamón que deseaban este tipo de enseñanza no se llegaba a este número de habitantes.