RINCONES SINGULARES DE BURGOS

RINCONES SINGULARES DE BURGOS. de Enrique del Rivero (2003) Del Arlanzón al Pisuerga. Editorial Caja de Burgos.

     De todos es conocida la colección que edita, año tras año, Caja Burgos con la que se invita a todos (burgaleses y no burgaleses) a conocer más en profundidad los hermosos rincones de nuestra provincia. Pues bien, en este libro (el séptimo), en el apartado nº 17, nos habla de Villadiego. Con cuatro fotografías del pueblo – una del Arco de la Cárcel, otra de la Ermita del Cristo, de la Plaza Mayor y del soportal del estanco, ilustra rincones importantes de nuestro pueblo.
     Hace una breve reseña de la historia de Villadiego, de su fundación, de su pasado económico y su arquitectura. Como ejemplo, transcribo dos párrafos de este apartado:

     En el centro de una amplia cuenca sedimentaria, abierta por el río Brullés y en un estratégico cruce de antiguos caminos se fundó a finales del siglo IX la población de Villadiego. En los siglos posteriores fue favorecida por unos generosos fueros reales que atrajeron a una importante comunidad judía. La localidad ha sabido conservar un tradicional trazado urbano en el que sobresalen sus plazas y calles porticadas.
     Según la tradición, Villadiego fue fundada pro el conde Diego Rodríguez Porcelos en el año 880. Lo cierto es que ya existía como tal a finales del siglo IX y que su primera mención escrita se remonta al año 978, en el documento fundacional del Infantazgo de Covarrubias. Al poco de su fundación se convirtió en un estratégico núcleo comercia y político, ejerció sucesivamente como cabeza de alfoz y capital de merindad, desde el que se controlaba un amplio territorio.
     El fuero otorgado a los habitantes de Villadiego por Alfonso VII en 1134, confirmado posteriormente por Fernando III y Alfonso X, les concedió una serie de libertades y privilegios económicos que ayudaron a consolidar el desarrollo de la villa.