LA BRÚJULA QUE SEÑALABA EL OESTE. de María Álvarez y Jaume García. (1982 y 1948)
LIBRO IV. SEPTIEMBRE 1875 – MAYO 1876
─ ¿Que esperar ni qué cojones?, ¿ahora nos vas a decir que no han podido encontrar ya a nadie que quiera trabajar en la mina, o qué? ─gritó Arsenio─. Estamos hartos de ver a paisanos que vienen a pedir trabajo.
─Lo más segura es que de haiga corrido la voz de lo del accidente y muchos cogerán las de Villadiego. Lo mismo ni viene nadie por aquí…….
─Joder Antón, ¡das unos ánimos de la hostia!
─No es cosa de joder los ánimos, pero el Antón lleva razón. Si cuando yo llegué aquí me llegan a decir que ha habido un zambombazo así, ni cogido de los cojones me hubiera quedado………….