
CUENTO DE INVIERNO.
(Dos mujeres mayores se encuentran una fría mañana de invierno paseando por el camino. A ambos lados, el campo y la cuneta que le precede totalmente blancos.)
HERMINIA: Buenos días, Upe, ¿qué tal estás?
UPE: Muy buenos días, Herminia. Paseando, a ver si despejamos un poco las piernas, qué bien se espabilan con este frío.
HERMINIA: Hombre que si se espabilan, yo he dejado ahí en eso la comida preparada, que luego vendrán mis nietos y nietas a comer.
UPE: Pues muy bien, oyes.
(Un grupo de niños de diversas edades pasan cerca corriendo y jugando)
UPE: Míralos cómo se lo pasan. Así da gusto ver el pueblo, tan lleno de chiquillos.
HERMINIA: Hay que repoblar, Guadalupe, que sino no sé yo qué va a ser de esto.
UPE: Confía mujer, confía.
(Comienza a nevar)
HERMINIA: Yo me marcho, que luego me cuesta más llegar a casa.
UPE: Ale, ¡hasta luego, maja!
(Ambas amigas se separan y continúan su camino)